Esquisto es una roca de
color negro azulado que tiene atrapado gas natural en el subsuelo. También se
denomina gas de pizarra. En inglés lo llaman shale gas. ¿Por qué es importante escribir sobre
un tema tan extraño o raro para muchos? Hace apenas una década las reservas mundiales
de gas natural se calculaban que durarían 50 ó 60 años; teniendo en cuenta las
del gas de esquisto, el tiempo se prolongará 150 años más. En el futuro se mencionara con frecuencia esta fuente de energía que abunda en nuestro planeta y
sustituye a otros productos energéticos. El gas de esquisto produce menos
dióxido de carbono en su combustión que el carbón mineral, por lo cual su uso
ocasiona un menor efecto invernadero, pero a su vez la extracción requiere de grandes cantidades de agua, que para esto también la privatización del agua entrara en escena en los próximos acuerdos con Estados Unidos de Norteamérica. Según The Economist, de replicarse el consumo en otras naciones,
el Siglo XXI podría calificarse como el siglo del gas, de la misma manera que
el XX fue el del petróleo.No todo es color de rosa, los procesos de producción
para extraer el gas entrañan riesgos medioambientales, si no se toman las
debidas precauciones. Las consecuencias de malas prácticas se manifiestan en el
agua o en la atmósfera vecina a los yacimientos.
México ocupa el sexto lugar del mundo con recursos no probados, pero técnicamente recuperables de gas de esquisto o lutita (shale), esto según datos disponibles de la Administración de información Energética (EIA).
Así que solo nos queda observar los acuerdos que se vayan a celebrar en México y ver la capacidad de negociación del próximo Presidente de México.
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