Una
charla sobre la película El Gran Hackeo me pareció muy interesante, este
documental de Netflix reflexiona sobre los límites del tráfico de datos
personales en internet. Al navegar dejamos un rastro que las compañías usan
para crear perfiles de consumidores y de esta manera crear una información y
una publicidad más personalizada, para algunos en esta charla, no le ven
problema alguno ya que si las personas voluntariamente dan sus datos y muestran
sus preferencias o gustos no ven en donde radica el conflicto, para otros creen
que de una u otra forma siempre vamos a ser manipulados y que pues para que
luchar contra lo imposible de evadir, lamentablemente todo esto es más
complicado ya que no se trata solo de
influir, sino se trata de instalar en el subconsciente de las personas que son
“suceptibles” información tergiversada a fin de predisponerlas en la dirección
que ellos quieran, ya sea para fines políticos o para crear conflictos que favorezcan a ciertos grupos.
Hoy el comercio no se trata de mercancías sino de
información. Esto recuerda a la psicohistoria, nombre de la ciencia ficticia en
el universo de la Saga de la Fundación de Isaac Asimov, que en una combinación
de historia, psicología y estadística matemática para calcular el
comportamiento estadístico de poblaciones extremadamente grandes, Asimov utilizó la analogía de que una molécula de gas era
muy difícil de predecir su movimiento debido a los choques con sus moléculas
vecinas, pero el comportamiento a escala mayor visible puede ser predicho con más
exactitud . El personaje responsable de la creación de esta ciencia, Hari Seldon,
estableció que este teorema depende de los siguientes axiomas:
- La población en la cual el comportamiento
fuera a ser modelado debía ser suficientemente grande (±75 billones).
- La población debía permanecer ignorante de la
aplicación de los análisis psicohistóricos
En este último caso las miles de
variables del comportamiento, tanto individual como social, que constituyen el
comportamiento humano deberán ser ingresadas a un sistema de cómputo que
permita medir la probabilidad de ocurrencia de las acciones futuras. Incluso en
un sistema tan detallado como éste siempre se hablará de probabilidad de
ocurrencia de la acción y nunca de certeza en la misma.
Un psicohistoriador hábil podría llegar
a predecir el patrón de comportamiento de una sociedad entera en un futuro
lejano… sería algo parecido a lo que hacía
Brittany Kaiser y Christopher Wylie en Cambridge Analytica? O será algo más perverso para que ellos estén
arrepentidos de lo que ayudaron a crear?
Así que ahora cada vez que demos un “
me gusta” o la forma en que respondamos a ciertos comentarios, nuestros números
telefónicos, nuestras preferencias, lo que comemos y los lugares que
visitamos sabremos que hay un algoritmo
recogiendo la información mediante la cual harán nuestro perfil, así que seamos
bienvenidos al reino de la paranoia, aunque yo hace mucho tiempo que ya estaba
instalada ahí.
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