Después de varios días de estar exhibida en las salas de
cine la película de Joker ha polarizado las críticas, algunos satanizando el contenido
como generador de violencia, otros alabando el trabajo del actor Joaquín
Phoenix , propagandas de carteles donde algunas asociaciones de
padres prohíben que sus hijos asistan a ver la película y una serie de charlas
en café, criticas en revistas, me hacen reflexionar sobre la cinta, en realidad
si Durkheim estuviera vivo nos hablaría de un caso de anomia social puro. El término
anomia se refiere al momento en el que los vínculos sociales se debilitan y la
sociedad pierde su fuerza para integrar y regular adecuadamente a los
individuos, generando fenómenos sociales, de igual forma Robert K. Merton nos
dice que la anomia es sinónimo de falta de leyes y control en una sociedad y su
resultado es una gran insatisfacción por la ausencia de límites en cuanto a lo
que se pueda desear.1
Para algunos fans de los cómics identifican a Joker con
un tipo vestido con tajes de colores chillantes, medio loco y con su característica
risa el cual siempre está peleando con el héroe enmascarado Batman y aunque ya
en películas anteriores este personaje a sido interpretado de muchas formas que
van desde un caótico y violento Jack Nicholson hasta un Joker de Heath Ledger
como un terrible villano al cual sus fines no era el dinero ya que decide
quemar una pila de dinero frente a sus aliados, ahora tenemos a un Joker interpretado
por Joaquín Phoenix, un Joker que busca sobrevivir en una ciudad violenta,
agresiva y oscura, viviendo con una madre con trastornos mentales, la cual con
sus diálogos nos recuerdan la teoría del doble vínculo de Bateson, donde la
persona se hace esquizofrénica ya que
vive recibiendo mensajes diferentes y contradictorios, la cual le repetía constantemente
que tratara de ser feliz, mientras estaba viviendo en un apartamento casi en
ruinas después de haber vivido una infancia llena de abusos y torturas en la
infancia por parte de los amantes ocasionales de la madre, aún con esas circunstancias
intentaba día a día seguir los consejos de su madre de ser feliz pese a que la
asistencia social de la ciudad estuviera a punto de cerrar por no haber
presupuesto, y como consecuencia dejándolo sin sus medicinas para controlar la ansiedad y viviendo día
tras día en una ciudad donde a nadie le importaba y donde era víctima de rechazo
e incomprensión de sus habitantes.
Lo cierto es que la película Joker se aleja de lo
acostumbrado a ver en el género de cómic para situarnos en un drama urbano contemporáneo,
un drama muy actual…muy presente y bueno una película en la cuál algunos de los
espectadores se sentirán plenamente identificados con Joker y querrán usar la
mascara de payaso, es la película de un Joker mas que psicópata es un ser
desesperado, pisoteado por las instituciones a las cuales la sociedad y el Estado han
enfermado negándole la protección y el reconocimiento más elementales.
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